Los medicamentos no solo contienen principios activos: también llevan envases de cartón, plástico o aluminio. Al desecharlos, es clave diferenciar entre el contenido y el embalaje.
Una vez pasada la fecha de caducidad (visible en el envase o el blíster), ya no deben usarse. Pueden perder eficacia o resultar peligrosos.
Qué hacer con medicamentos caducados:
Así se garantiza su gestión segura y sin impacto ambiental
Qué hacer con los envases vacíos, si ya no queda medicamento:
El término RAEEI (Residuos de Actividades Sanitarias con Riesgo de Infectarse) se refiere a los residuos, generalmente generados por los profesionales de la salud, pero también producidos por particulares cuando se tratan en casa, especialmente en el caso de enfermedades crónicas (diabetes, tratamientos hormonales, etc.). Entre estos residuos sanitarios se encuentran, por ejemplo:
Estos residuos nunca se reciclan, porque suponen un riesgo biológico. Deben depositarse en contenedores específicos para RAEEI, que se entregan gratuitamente en las farmacias. Una vez llenos, estos contenedores se recogen a través de circuitos especializados, a veces con puntos de recogida dedicados o mediante la propia farmacia.
Jamás se deben tirar estos objetos a la basura convencional: es peligroso para los operarios del reciclaje y para el medioambiente.
¿Y si el mejor residuo fuera el que no se produce? Para los medicamentos, como para el resto, el minimalismo tiene ventajas. Con demasiada frecuencia acumulamos tratamientos “por si acaso”, conservamos cajas abiertas que ya no se usarán o multiplicamos duplicados. ¿Quién no ha comprado otra caja de Gelocatil en la farmacia cuando ya tenía varias en casa? Aquí van algunas buenas prácticas para no volver a caer en ese error:
También se pueden explorar alternativas naturales para los pequeños males cotidianos: infusiones, productos más basados en fitoterapia, alimentación adaptada, etc.
En una lógica más amplia, un baño cero residuos contribuye a esta reducción: productos sólidos, envases recargables, cuidados naturales… Hay tantas opciones para aligerar la bolsa de basura del baño, incluidos los residuos vinculados a los medicamentos.
Tirar correctamente los medicamentos caducados y sus envases es un gesto sencillo pero esencial, para la salud pública y para el medioambiente. Entre el reciclaje selectivo, la entrega en la farmacia y el uso racional de los tratamientos, cada uno puede aportar su granito de arena.
Y este es solo un ejemplo, entre muchos otros, de pequeños residuos cotidianos que no siempre sabemos cómo separar: pilas usadas, cápsulas de café, bombillas, bolígrafos… Tantos temas que también merecerían un poco más de claridad en nuestras rutinas de reciclaje.
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