El turismo representa cerca del 35% del PIB local, pero su crecimiento descontrolado está saturando infraestructuras y dañando el entorno.
El fenómeno del turismo masivo se ha acentuado especialmente en los últimos años, provocando tensiones entre los habitantes y los visitantes. Este turismo de masas genera un aumento significativo de los residuos, sobre todo plásticos, envases, restos de alimentos y basura doméstica. Estos residuos a menudo terminan en vertederos saturados, e incluso en la naturaleza y los océanos, agravando la contaminación y amenazando la biodiversidad marina y terrestre. Además, siguen existiendo numerosos vertederos ilegales, y la recogida selectiva y el reciclaje de residuos siguen siendo insuficientes.
Incluso se han llevado a cabo numerosas manifestaciones en 2024 para denunciar este exceso turístico y reclamar un turismo más sostenible, lideradas por el grupo de campaña “Canarias tiene un límite”. La población local se preocupa por la degradación de las playas, la contaminación de las aguas y la transformación del paisaje natural en una zona urbana sobresaturada. El reto está claro: hace falta encontrar soluciones para conciliar turismo y protección del medio ambiente, respetando más las necesidades ecológicas y sociales del archipiélago.
Ante esta urgencia, algunas empresas españolas han puesto en marcha un plan ambicioso para gestionar mejor los residuos procedentes de las actividades turísticas, en particular los generados por hoteles y restaurantes. Una de las iniciativas más importantes es la conversión de los residuos orgánicos y plásticos en energía, mediante tecnologías de valorización innovadoras. Estas instalaciones están en proceso de implementación y estarán operativas para 2026. Este dispositivo lo ha puesto en marcha la empresa catalana de energías renovables ATH Bioenergy, que será capaz de tratar conjuntamente unas 130,000 toneladas de residuos orgánicos.
Además, las Canarias fomentan con fuerza la reducción en origen: limitación del plástico de un solo uso en comercios y hoteles, incentivo para usar envases reciclables y campañas de sensibilización entre los visitantes. Se están desplegando sistemas de recogida selectiva en las zonas turísticas, facilitando la recolección de los residuos reciclables. Las autoridades locales también colaboran con asociaciones medioambientales para organizar limpiezas de playas y educar a los turistas para que adopten comportamientos más responsables. La promoción de un turismo respetuoso con la naturaleza se ha convertido en una prioridad para el archipiélago. Para facilitar un mejor tratamiento de los residuos, algunas marcas también ofrecen bolsas de basura resistentes y ecológicas, como las que encontrarás en Handy Bag®.
La lucha contra la proliferación de residuos relacionados con el turismo en las Canarias es un desafío de gran envergadura. Combinando tecnologías modernas, gestión responsable de residuos y sensibilización, el archipiélago muestra el camino hacia un turismo más sostenible. Sin embargo, esta batalla no se limita a las costas insulares: la contaminación marina, amplificada por los residuos mal gestionados, amenaza todo el ecosistema oceánico mundial y el turismo tiene mucho que ver en ello. Por tanto, es esencial que los esfuerzos emprendidos localmente se enmarquen en un enfoque global, involucrando a viajeros, profesionales del sector, autoridades locales e instancias internacionales.
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