Ya hemos hablado sobre la selección de residuos alimentarios, hoy nos centraremos en un producto alimentario en particular: los envases de yogur. Cada día, se tiran cientos de millones de envases de yogur, creando desafíos importantes para los sistemas de reciclaje. La complejidad del plástico utilizado en estos envases hace que su tratamiento sea más difícil, contribuyendo así a la acumulación de residuos plásticos no reciclados. De hecho, un envase de yogur puede estar compuesto de varios materiales: plástico, papel, tapa de aluminio.
Los envases individuales de yogur (tipo formatos familiares, o yogures individuales que no se compran en bandejas) están hechos de polipropileno. Este tipo de plástico se recicla bastante bien. Por lo tanto, estos yogures pueden ser tirados en el contenedor amarillo con otros recipientos de plástico, latas, briks,
¡Las tarrinas pueden ser recicladas al 100%! Las tarrinas de yogurt (incluidas las tapas) deberán depositarse, junto con el resto de envases de plástico, latas y briks, en el contenedor amarillo. ¡Aquí comenzará su proceso de reciclado!
Estos envases van lógicamente en el contenedor de residuos de vidrio. Sin embargo, sepa que a pesar de muchas ideas preconcebidas, los envases de yogur de vidrio no son la mejor alternativa en términos de materiales para los envases de yogur. De hecho, la fabricación de envases de vidrio, su transporte (que implica cargas bastante pesadas) impacta fuertemente las emisiones de gases de efecto invernadero.
En España, varios comercios también ofrecen el sistema de retorno para los envases de yogur de vidrio. Ejemplos notables incluye, Re-Pot Market en Barcelona, y UnPacked Shop en Madrid. Estos establecimientos promueven el consumo sostenible y respetuoso con el medio ambiente mediante la utilización de envases retornables. Os animamos a investigar en vuestra localidad si hay tiendas que ofrezcan el sistema de consigna para los envases de vidrio de yogur o de otro uso.
Este tipo de envase de aluminio utilizado, por ejemplo, para arroces con leche, se recicla muy bien. Pueden ser arrojados en el contenedor amarillo como los envases de yogur de plástico. Sin embargo, la producción de estos envases de aluminio requiere más recursos que la producción de envases de plástico.
Este tipo de envases, muy utilizado para cremas brulees, cremas catalanas, cuajadas, etc., debe ser evitado. Además de ser muy consumidor de energía en términos de producción, este tipo de envases no es reciclable.
Estos envases de cartón son la mejor alternativa. Estos envases se reciclan muy bien y deben ser arrojados en el contenedor de residuos de cartón. Si desea tener un consumo de yogur o de otros alimentos, cuyo embalaje sea menos dañino para el medio ambiente, opte por este tipo de envases.
Existen alternativas ecológicas, como los envases de yogur compostables desarrollados por la startup Pack2 Earth. La idea es que estos envases se pueden desechar directamente en el compost, junto con las cáscaras de fruta y otros residuos orgánicos, facilitando así su descomposición a temperatura ambiente. Además, para una gestión más eficiente de los residuos orgánicos, se pueden utilizar las Bolsas papel 100% Compostables de Handy Bag, que también son aptas para desechar en el compost. Esta innovación representa un avance significativo en la gestión sostenible de los residuos y en la reducción del impacto ambiental de los envases.
Cuando se incineran, los envases de yogur de plástico liberan subproductos potencialmente dañinos para el medio ambiente y la salud. Presente en forma de micropartículas en nuestros organismos, el poliestireno está asociado con inflamaciones y ha sido clasificado como "probablemente carcinógeno" por la OMS. En respuesta a estos riesgos, cada vez más países, como el Reino Unido, Portugal y España, han decidido prohibirlo.
Esta pregunta a menudo es objeto de debate. Lavar o no lavar los envases de yogur antes de tirarlos. El hecho de lavar los envases de yogur antes de tirarlos no aporta nada en términos de mejora del reciclaje. El proceso de reciclaje ya maneja la eliminación de residuos. Por el contrario, enjuagar los envases de yogur implica un mayor consumo de agua, que finalmente no es necesario. Para resumir: no es útil lavar los envases de yogur antes de tirarlos.
La yogurtera ofrece una solución ecológica al reducir la dependencia de los envases de yogur desechables, contribuyendo así a reducir la contaminación relacionada con estos envases. Al optar por la yogurtera, se favorece la producción de yogur casero, reduciendo así la cantidad de residuos plásticos generados por los envases de yogur. Aunque esta solución puede ser un poco costosa al principio, es mucho más económica a largo plazo y es especialmente más ecológica.
En conclusión, repensar nuestra relación con los envases de yogur es imperativo. Adoptemos hábitos más sostenibles y transformemos nuestra forma de consumir estos pequeños recipientes para un impacto positivo en nuestro planeta.
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