Los sprays y aerosoles forman parte de esos objetos cotidianos a los que ya no prestamos realmente atención. Están en todas partes: en el baño, bajo el fregadero, en el armario de limpieza o en el garaje. Desodorantes, espumas de afeitar, lacas, ambientadores de interior, insecticidas, productos de limpieza… su consumo es masivo, pero su eliminación sigue siendo a menudo confusa. Un gran número de ellos acaba en el contenedor equivocado, lo que complica el reciclaje de los materiales.
La palabra «aerosol», agrupa diferentes tipos de productos con usos muy distintos. Su punto en común: son envases metálicos, herméticos y presurizados, diseñados para difundir un producto en forma de chorro o vapor. Esto influye directamente en la manera en que debemos separarlos. Para verlo más claro, se distinguen tres grandes categorías de aerosoles:
Los aerosoles cosméticos y de higiene
Desodorantes, lacas, sprays capilares, espumas de afeitar, sprays solares… Son los más comunes en los baños. Su envase suele ser de acero o de aluminio, a menudo acompañado de un difusor de plástico.
El punto en común de estos diferentes tipos de aerosoles es su composición. A menudo se encuentra:
metal (acero o aluminio): reciclable hasta el infinito, pero presurizado.
plástico: tapón, difusor, anillos de sujeción.
y un gas propulsor que requiere una manipulación prudente.
Antes de tirar un aerosol, se impone una regla básica: no perforar, abrir ni despresurizar el envase por cuenta propia. Incluso vacío, un aerosol puede seguir bajo tensión.
En muchos municipios españoles, incluido Madrid y Barcelona, los aerosoles vacíos pueden tirar en el contenedor amarillo destinado a envases metálicos y plásticos.
Esto se aplica especialmente a los desodorantes y productos de higiene, aerosoles domésticos corrientes (ambientadores, limpiadores, antimosquitos no técnicos), aerosoles cosméticos vacíos. A partir de ahora ya no tendrás ninguna duda y podrás tirar estos residuos en tu bolsa de basura de baño.
Debe llevarse a un Punto Limpio, ya que se considera un residuo especial. Es el caso especialmente de: las pinturas y barnices en spray, los disolventes, los productos técnicos, los insecticidas potentes.
Sí, pero únicamente cuando están totalmente vacíos y no son peligrosos. La reutilización incluso puede convertirse en una actividad creativa y divertida para hacer en familia. He aquí algunas ideas DIY para realizar:
Portalápices o pequeños organizadores de escritorio
Una vez bien limpios, los aerosoles vacíos pueden decorarse y transformarse en envases prácticos.
Mini jardineras para plantas crasas
Una idea a menudo apreciada: pintar el exterior, añadir motivos y colocar una pequeña planta.
Organizadores para bricolaje
Los envases metálicos pueden servir para organizar tornillos, pernos y pequeñas herramientas.
Estas ideas se basan en los numerosos proyectos de reutilización de envases metálicos que encontrarás en blogs DIY sobre la temática de la ecología. Aunque los tutoriales no siempre se refieren específicamente a los aerosoles, los principios de reutilización siguen siendo los mismos.
Los sprays y aerosoles están en todas partes en nuestras casas, pero su separación requiere una atención particular. La regla sigue siendo simple: vacíos, son reciclables en el contenedor amarillo, no vacíos o peligrosos, van al Punto Limpio. Un gesto que puede parecer mínimo, pero que contribuye realmente a proteger los centros de separación, a evitar accidentes y a apoyar la valorización de los metales reciclables.
Más allá de los aerosoles, esta reflexión invita también a preguntarse sobre otros residuos del baño o del día a día: ¿qué hacer con el tubo de dentífrico vacío? ¿Cómo tirar un pintalabios caducado? Estos objetos, a veces olvidados, merecen también que se aclaren sus reglas de separación para avanzar hacia un consumo más responsable.