COACHING
¿Has oído hablar alguna vez del Plogging? Es una práctica originaria de Suecia que nació en 2016 y que rápidamente se extendió a otros países, especialmente a Francia. Contracción de la palabra sueca «plocka upp», que significa recoger, y de «running», el plogging consiste en cuidar tanto de tu cuerpo como del planeta. Sí, el plogging es correr mientras recoges los residuos que encuentras en tu camino. Solo necesitas tus mejores zapatillas, una bolsa de basura ¡y ya estás listo!
En Francia, esta práctica va ganando terreno poco a poco, con influencers y deportistas que se suman cada vez más al plogging.
Hablamos con Guillaume Bourrat, aficionado al plogging y creador del colectivo Plogging Pornichet.
Hola, soy Guillaume, tengo 44 años y vivo en Pornichet, en Loira Atlántico, al lado de La Baule — ¡aunque La Baule suele ser más conocida que Pornichet! Soy educador infantil, trabajo en una guardería y soy un apasionado del deporte desde siempre.
Practico muchísimo deporte: triatlón, carreras de larga distancia, ciclismo, natación… Y fue precisamente eso lo que me llevó al plogging: darme cuenta, durante mis distintas salidas —tanto en tierra como bajo el agua—, de que los residuos se volvían cada vez más omnipresentes.
Todo empezó con un programa de televisión, un programa sobre ecología con Nicolas Hulot en France 2, emitido hace un año. Fue él quien habló directamente de esta práctica, animando a la gente a recoger residuos durante sus actividades deportivas, como un reto… Y como era una idea que ya me rondaba por la cabeza desde hacía tiempo, fue la oportunidad perfecta para lanzarme.
Pues no, ya había oído hablar de ello, pero fue gracias a ese programa que realmente me interesé por su significado, por su origen, por descubrir más sobre esta actividad y empezar a practicarla yo mismo. Fue también en ese momento cuando lancé mi iniciativa de grupo: Plogging Pornichet.
Viene de «plocka upp», que significa recoger en sueco, combinado con el «ing» de running o jogging.
Una vez por semana; hago deporte casi todos los días, y una vez a la semana, durante las sesiones llamadas de “recuperación”, cojo mi bolsa de basura y practico el plogging.
De media, en una hora recojo entre 7 y 8 kilos… Mi “récord” —si se le puede llamar así— fue justo después del confinamiento: llegué a recoger hasta 15 kilos. Aunque vivo cerca de la playa, me concentro más en las carreteras y los caminos del campo. En la playa, la gente tiende más a recoger los residuos y, además, los desechos son más pequeños: colillas, trozos de plástico… Donde yo voy, hay menos gente y los residuos suelen ser más grandes.
Al volver a casa, por supuesto, separo la basura: lo que va al incinerador y lo que se recicla. Ese es el objetivo, al fin y al cabo.
En su mayoría, botellas y latas de refrescos o cerveza, botellas de alcohol fuerte o envases de comida rápida.
Claro, está el deporte. Pero en mi vida diaria también presto atención a la ecología, y eso desde hace mucho tiempo, mucho antes de conocer el plogging. Todo empezó cuando me hice vegetariano. En ese momento uno empieza a hacerse las preguntas adecuadas. Es algo que hay que ver como un todo… Hoy en día, presto atención al residuo cero, fabrico mi propia pasta de dientes, mi propio champú… Intento cuidar del planeta en el día a día, y no solo cuando hago plogging.
La preservación de la naturaleza es lo que vamos a dejar a nuestros hijos. Tenemos una responsabilidad, y sé que lo que hago no es más que un pequeño paso, pero si eso puede inspirar a otras personas a hacer lo mismo, ese pequeño paso puede convertirse en un gran paso.
Hace un año abrí la página de Facebook, después de grabar un primer vídeo en el que explicaba en qué consiste esta práctica. Desde entonces, he podido organizar encuentros. Por ejemplo, con un amigo que organiza carreras de trail en la región, organizamos una sesión combinada con plogging. También participé en el World Clean Up Day el pasado 19 de septiembre, una iniciativa de SeaCleaner France, y fue el ayuntamiento quien nos contactó para coordinar el evento.
Y además, tengo un proyecto: crear un porta-bolsas adaptado, porque correr con una bolsa de basura no es lo más práctico. Por ahora es 100 % artesanal, he empezado a diseñarlo con la intención de desarrollar el proyecto y comercializarlo.
Por supuesto, hay que ser coherente… Así que lo mejor es usar bolsas hechas con materiales reciclados o compostables. También existen las bolsas reutilizables, como las de yute.
Por supuesto, hay que ser coherente… Así que lo mejor es utilizar bolsas hechas con materiales reciclados o compostables. También existen las bolsas reutilizables, como las de tela de yute.
Pues, en primer lugar, está el gesto ciudadano. Puede sonar a tópico, pero la naturaleza es hermosa, es una verdad. Hay que proteger a los animales, y sobre todo a los marinos, porque todo lo que tiramos termina en el océano. Y como nado mucho, veo cosas que no debería ver. Luego está el aspecto deportivo: para quienes piensan que correr es aburrido, el plogging tiene un objetivo que hace la práctica más divertida. Y por último, para los deportistas más experimentados, permite trabajar otros músculos que los que se usan al correr, con sentadillas, por ejemplo.
¡Así que hay algo para todos!
Mi leitmotiv: «¡La vida no es una norma, sino una oportunidad! #Savetheplanet». Siempre incluyo esta frase en cada publicación en redes sociales, pero sobre todo son palabras que reflejan el interés que tengo por el plogging y por el medioambiente.
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