¿Qué hacer con las heces de perro en el jardín?

Tener un perro es una experiencia gratificante para muchas familias, pero también implica algunos inconvenientes, como la gestión de las heces de perro en el jardín. Estos desechos pueden acumularse rápidamente y causar problemas de higiene, malos olores e incluso riesgos para la salud si no se gestionan adecuadamente.

El primer paso para mantener un jardín limpio es adoptar un buen método para deshacerse de las heces de tu perro. Aquí te ofrecemos dos consejos:

• Recogida regular: Es fundamental recoger las heces del perro con regularidad, al menos una vez al día, para evitar que se acumulen. Utiliza una pala recogedora para minimizar el contacto directo y bolsas de mascotas Doggy Bags para las heces caninas.
  
  
• Uso de contenedores específicos: Una vez recogidas, las heces deben depositarse en un contenedor adecuado. En algunas localidades, existen contenedores especiales para desechos de animales, pero si no es el caso, se recomienda tirarlas en la basura doméstica. Asegúrate de utilizar bolsas bien cerradas para evitar malos olores.

Dejar las heces de perro en tu jardín implica varios riesgos, tanto para la salud como para el medio ambiente.

Las heces de perro contienen bacterias y parásitos que pueden contaminar el suelo y propagarse al entorno. Estos agentes pueden ser peligrosos para los humanos, especialmente para los niños que juegan en el jardín, así como para otros animales domésticos. Además, los excrementos no recogidos desprenden malos olores rápidamente, especialmente en climas cálidos o húmedos, lo que hace que el uso del jardín sea incómodo y atrae insectos o plagas.

Los excrementos caninos también pueden contaminar aguas subterráneas o arroyos cercanos si no se gestionan correctamente. Los desechos fecales transportan contaminantes que afectan la calidad del agua y perjudican el medio ambiente.

Si tu perro tiende a hacer sus necesidades en lugares no deseados, como cerca de las flores o la terraza, puedes instalar dispositivos disuasorios. Por ejemplo, barreras o rociadores automáticos con sensores de movimiento pueden ayudar a mantener a tu perro alejado de esas áreas.

Aunque recogerlas regularmente es indispensable, existen varios trucos para prevenir y reducir la cantidad de heces en tu jardín. Puedes crear un espacio dedicado para ello. Si tienes un jardín grande, designa una pequeña parcela donde tu perro pueda hacer sus necesidades. Acondiciona esta zona con grava o arena para facilitar la limpieza. El perro se acostumbrará progresivamente a utilizar esta área específica, lo que hará que la recogida sea más sencilla.